lunes, 16 de octubre de 2017

Recomendando autoras #1


Hoy es el Día de las Escritoras en un mes donde celebramos y fomentamos la lectura de autoras femeninas. Toda reivindicación parece escasa por lo que durante estos días voy a ir recomendando lecturas muy interesantes y quizá no demasiado conocidas. 

Hoy comienzo con un libro que me desprende las mismas sensaciones cuando lo tomo en mis manos hoy que cuando lo leí hace ya unos años. Aún me estremece cuando recuerdo su historia. Os dejo con la reseña para que podáis conocer algo de su historia.
 




TITULO: Oliver y Max
AUTOR: Ángela Armero
EDITORIAL: Nube de tinta
GENERO: Narrativa/Bélica
EDICION: Tapa blanda con solapas
AÑO: 2014
PAGINAS: 218
  

SINOPSIS:

 A sus ocho años, Oliver no recuerda otra cosa que el ruido de las sirenas y el zumbido de los aviones sobrevolando el cielo de un Berlín devastado. Su madre trabaja como enfermera del hospital de la Charité y se muestra cada vez mas crítica con los valores del régimen, mientras que su padre, Max, es cocinero del Reich y parece no advertir la magnitud del horror nazi. Una tarde, cuando Oliver y su madre regresan a casa, una explosión divide irremediablemente sus destinos…



OPINIÓN PERSONAL:

Sin llegar a ser un género que abunde entre mis lecturas, siempre me dejo llevar por este sello editorial, que si algo tiene muy presente es la calidad de sus historias y la carga emotiva que deja en el lector una vez las termina.
El escenario de la narración es la segunda guerra mundial y los protagonistas son una familia formada por la madre Vivien, el padre Max, un cocinero de la Cancillería del Reich y su hijo Oliver Vloger.

El libro está dividido en tres partes y finaliza con un epílogo.
En la primera parte conocemos lo que pasa a través de los ojos de Oliver. No sabe exactamente a donde va, pero está solo en un lugar extraño. Todo lo que nos cuenta lo hace a través de la inocencia de su mirada que aún perdura en él por su temprana edad. Pero como lectora lo he visto desde otra perspectiva haciendo que el horror se filtrase en mí a través de su vivencia.

Hay algunos hechos que no entendía por qué estaban pasando, como el trato que infringía Max a su hijo, lo que ocurre con su madre (qué es exactamente lo que le ocurre) y por qué su abuela lo lleva a aquel lugar tan siniestro.

“…La abuela me da la espalda, empuja las puertas de cristal, baja las escaleras a toda prisa y avanza a buen pasado bajo la nevada (…) Camina con su chaqueta entre las manos, como si huyera de una casa en llamas, y yo pienso que tendrá prisa por llegar a alguna parte. (…) Oigo los gritos y las carreras de los niños que juegan en el patio, pero ya no tengo ganas de jugar con ellos. Quiero volver a casa…”

Pero las respuestas las encontré más adelante en su segunda parte, que está narrada a través de Max. Aquí la historia da un giro inesperado y nos encontramos ante unos sucesos que me tenían bastante intrigada y me hacían devorar página tras página. Los momentos en los que Max recuerda a Vivien me han emocionado (sí, he llorado y mucho).

En la tercera y última parte la autora va alternando capítulos entre el hijo y el padre y aquí ya como lectora entré en un desenfreno por saber cómo finalizaría la historia y esperando un desenlace que no me rompiese el corazón. Obviamente no os diré si lo hizo o no para no desvelar nada de la narración.

“…-¿Qué haremos mañana? –pregunto
-Seguir vivos –dice Willy…”

Es una novela que he leído en apenas hora y media (y del tirón) y que no he podido soltar en ningún momento hasta que no  lo he terminado. Me ha hecho llorar y sufrir. Porque tras estas páginas hay demasiados horrores como para permanecer inmune.

Tengo que destacar la pluma de la autora. Su estilo es elegante y muy sutil y combina perfectamente el horror que nos muestra con unos personajes a los que es imposible no cogerles cariño. El constrate de sensaciones está siempre presente. Sobre todo a un personaje secundario, Willy, que brilla con cada aparición conforme avanza la historia.

Como he reconocido antes, no negaré que me he emocionado y que la autora ha conseguido encogerme el corazón en más de un pasaje para terminar haciéndome llorar de forma desconsolada en numerosos pasajes.

En la contraportada del libro, especificaba que la autora se había inspirado en las prácticas del programa Aktion t4. Por lo que saber que las barbaridades que se revelan en parte de la trama fueron reales me ha dejado devastada por el horror y el terror de que hayan existido humanos capaces de semejante atrocidad.

En resumen, estamos ante una historia que está bien escrita, mejor planteada, que conmueve y que se lee del tirón. Con giros inesperados, personajes a los que es imposible no encariñarse con ellos y sobre todo deja constancia de un horror que no debemos olvidar que ocurrió.


LO MEJOR:
La idea. El planteamiento de la estructura narrativa. Los personajes. Oliver. Willy (que gran personaje). La segunda parte. Max desolado por Vivien. El giro argumental. El granjero y su mujer. La referencia a “Sucedió una noche”. La carta de Ben. La escritura de Ángela Armero. Los pensamientos de Max mientras caminaba a través del vestíbulo.


LO PEOR:
Nada.


 

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